Enervado
Una forma sencilla y económica de añadir refuerzos en una chapa metálica
Enervado
Hay dos formas de introducir el enervado en una chapa. La primera variante, utilizando la herramienta de enervado «normal» que consiste en conseguir el contorno mediante la implicación de un gran número de golpes a través de procesos locales de conformado en frío. Este procedimiento es comparable al mascado.
Por otra parte, existe la producción de un cordón mediante una herramienta de enervado. En este caso, un rodillo con un contorno definido pasa por encima de la chapa y produce el contorno del cordón de una sola vez mediante procesos de conformado en frío. La gran ventaja en este caso es la mayor calidad de la pieza debido a la ausencia de marcas de mordiscos.
En general, los cordones tienen la ventaja de que ser más resistentes debido al endurecimiento por deformación que aumenta la resistencia del componente, lo que permite reducir el grosor de la chapa con la misma carga. Además de su función como rigidizadores, los cordones también se utilizan como dispositivos de drenaje para líquidos y como elementos de guía para los cables.
Notas sobre la construcción
1. El grosor de la chapa S para el rebordeado puede estar entre 0,8 mm y 1,5 mm, aunque es posible hasta 2 mm para el acero dulce e incluso hasta 2,5 mm para el aluminio. Con la herramienta de rebordear normal puede ser entre 1mm y 3mm. 2.
2. Con el rebordeado de rodillo, la altura de conformado H puede estar entre 2,5 mm y 3 mm, la altura de rebordeado H con el rebordeado normal puede ser de hasta 2×s.
El radio mínimo de recorrido R para el rebordeado con rodillo es de 20 mm. Dependiendo de la herramienta, el radio mínimo de recorrido R para el rebordeado con plumilla está entre 40 mm y 80 mm.
La distancia mínima A entre dos cordones es despreciable para el rebordeado con rodillo. En el caso de las cuentas con plumilla, depende de la herramienta y oscila entre 20 mm y 45 mm.
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